Ilustrador lajino destaca con su trabajo en novela gráfica que recuerda el Riñihuazo

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Laja, 28 de julio de 2020; Son cerca de siete años en los que Luis Inzunza ha logrado captar la atención de muchos con su talento, quizás es un tiempo corto para artistas visuales, pero con su trabajo constante se ha encargado de demostrar de lo que es capaz.

Habilidades que descubrió y profundizó tras ser parte de un taller de comics en Temuco hace algunos años atrás, de ahí el avance ha sido notorio, la búsqueda de las distintas técnicas de trazos y texturas, uso de tinta, entre otras, las que conlleva además un análisis y estudio profundo de estas.

Su talento ya había recibido reconocimiento al ser galardonado por su participación como dibujante en la novela gráfica “El Cardenal”, esto en octubre del 2018 (ver enlace).

Actualmente, su trabajo en la historia plasmada en la novela gráfica “Nadie más tiene que morir”, que rememora la epopeya del Riñihue del año 1960 tras el terremoto y maremoto de Valdivia, pudo transformarse en una tercera catástrofe de proporciones luego del colapso en puntos del río San Pedro en la olla hidrográfica en la zona lacustre.

Lo anterior, producto de las intensas lluvias, el lago Riñihue aumentó su nivel en más de 25 metros, lo que en esa época amenazaba con la llegada de una gran ola, ahora desde cordillera a mar.

Memoria histórica de los eventos que fueron calificados como hazaña o epopeya, y que vive aún en el recuerdos de los habitantes de Valdivia y sus alrededores, historia que   puede sin duda ser parte de una producción o película, donde el trabajo mancomunado de los organismos del Estado, empresas privadas y públicas, el Ejército y miles de voluntarios (paleros) que colaboraron directa y otros indirectamente en la faena, las que han quedado registras en un documental llamado «La Respuesta (Hazaña del Riñihue)» realizado por el historiador chileno-español Leopoldo Castedo (ver enlace).

Historia que ahora, de la mano del ilustrador lajino, Luis Inzunza, el guionista Malcolm Leiva, y cuyos bocetos fueron realizados por el destacado ilustrador Ítalo Ahumada, viene a rememorar al cumplirse 60 años de estos hechos.

Con la técnica de acuarelas con corrección digital, Lucho Inzunza tenía una tarea contra el tiempo que logró con mucho sacrificio, entregar en tiempos esperados.

Tiempo que supo aprovecha desde el inicio, nos comenta que inicialmente el artista (Ahumada) que llevaría este trabajo adelante, por temas personales, no pudo continuar… dejando en una etapa inicial de diseño de personajes y bocetos de páginas. Recomendando a algunos artistas nacionales, a él entre ellos.

“Tuve que competir contra otros 2 buenos artistas nacionales y teniendo el antecedente que tenían muy poco tiempo para realizar la novela, menos de 2 meses, les mandé una ilustración de prueba en una hora (ver imagen), lo cual les dio un muy buen antecedente de mi capacidad para realizar el trabajo. Luego de una semana de espera y conversaciones varias finalmente me eligieron y viajé a Santiago para firmar contrato y partir con el proyecto a fines de febrero”, recuerdo Luis.

Era una tarea titánica, en menos de dos meses realizar 78 páginas de cómic, “partí el 21 de febrero dibujando las primeras páginas y terminé el 28 de marzo. Realizando en 36 días exactos las 78 páginas necesarias de la novela, por lo general, se realizan una por día”, recuerda que hubo días intensos donde llegó a dibujar durante las últimas semanas hasta 5 páginas diarias. “Fue realmente una proeza, amarrado a la silla de dibujo todo el día”.

Novela que, en un año normal, debía estar lista para su presentación en el mes de mayo en el marco de los 60 años del terremoto de Valdivia, tiempos que fueron postergados producto de la pandemia.

Aun así, cumplió con los tiempos propuestos, “pasando de dibujar 10 horas diarias a más de 15, para poder cumplir con la meta que era tener todo impreso para el 22 de mayo, aniversario del terremoto. Por motivo de la pandemia se canceló el lanzamiento en esa fecha y se ha optado por lanzarlo ahora para el aniversario del Riñihuazo. La próxima semana sale a imprenta”, agrega Inzunza, donde la movilidad… sonríe, paso un poco la cuenta en unos kilos, que por supuesto, ya fueron bajados, afirma.

Actualmente se encuentra trabajando en paralelo en varios proyectos de cómic, para Estados Unidos y Chile, en géneros que van desde el terror, lo histórico hasta los superhéroes. Además, se adjudicó un Fondart que consistirá en realizar durante el 2020 una serie de 30 pinturas en técnica de acuarela relacionado al patrimonio ferroviario de la comuna de San Rosendo.

Luis está abierto a poder potenciar sus habilidades con cursos o capacitación en áreas como la acuarela, por tiempos acotados, no se ve -en el corto plazo- realizando extensos esfuerzos de traslados para ello, tiene 3 hijos aún pequeños y junto a su mujer Isabel, a la que además apoya en una compañía de teatro “La Tonita” que ella lleva adelante, valora el tiempo en familia.

A sus 35 años, el artista lajino Luis Antonio Inzunza Arellano, además destaca no solo en sus trazos y diseños, en historietas e ilustraciones profesionales, como muralista o en sus talleres de pintura, también lo hace en otra de sus pasiones… la música.

Con un estilo algo distinto, donde partituras contrastan con personajes de fantasía, comics o superhéroes, como tecladista es parte de un grupo ranchero lajino «Los Súper Reales«, con quienes se encuentran preparando lo que será su primer disco con temas propios, el que esperan vea la luz durante los próximos meses.

Actualmente, se encuentra viviendo en San Rosendo, espera poder continuar, cuando se pueda tras esta pandemia, con su taller comunal de óleo de adultos que realizaba en Laja, el compartir conocimientos son instancias que valora.

Finalmente, esa valoración también debiera ser por parte de la comunidad y autoridades, a un talentoso artista lajino que nuevamente destaca y que, sin duda, lo hará en un futuro proyecto, las capacidades han sido demostradas con su trabajo.

 

REDES SOCIALES • Luis Inzunza Arellano

 

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