Destacada docente fue despedida por familiares, amistades y colegas en Laja

Funerales / Zinnia Fernández Arriagada

Laja, 15 de junio de 2015; El pasado día sábado se conoció la noticia del fallecimiento de una docente en la comuna de Laja, al pasar las horas cada uno de los que acompañó o recordó durante estos días, ya sea, en la comuna como fuera de ella, llegaba a un denominador común, destacar a una mujer que se entregó por completo a su profesión.

Así se pudo constatar durante su velatorio y posterior funeral realizado la mañana de este lunes 15 de junio, con una masiva concurrencia a la misa de despedida en la Iglesia Cristo Rey en la comuna lajina.

Lugar donde familiares, amistades y colegas acompañaron los momentos previos al traslado del féretro al Cementerio Municipal de Laja, lugar en el que temporalmente fue ubicada, ya que, se espera el traslado a lo que será la futura entrega del camposanto ubicado en la ruta Q-90.

Los más de cuarenta años de entrega a la docencia dejó su marca en varias generaciones, en sus amistades y sin duda en sus más cercanos, quienes tanto en la misa como en el cementerio tomaron la palabra para recordar historia y vivencias juanto a la docente, señora Zinnia Fernández Arriagada (Q.E.P.D.).

Pasada las 13 horas concluyeron los funerales de la destacada profesora quien entregó sus conocimientos en San Rosendo, Yumbel y Laja, en esta última comuna gran parte de su carrera desarrollada en dependencias del Centro Básico.

Una de sus colegas, señora Elena Saavedra Molina, entregó uno de los últimos reconocimientos, palabras que compartimos a continuación…

Funerales / Zinnia Fernández Arriagada

No quise dejar pasar este día sin hacerte querida amiga y colega un sencillo pero sentido reconocimiento.

Por tu entrega a muchos niños de nuestra comuna, como también por siempre defender tus ideales y objetivos sobre los derechos de los Docentes de ayer y hoy. Quiero destacar que eras una gran guerrera gremialista, fuiste secretaria del Colegio de Profesores comunal por varios años.

Como olvidar tu buena disposición para recopilar los antecedentes de los profesores cuando luchábamos por el pago del Bono de Asignación Docente, o cuando se iniciaron los trámites de la deuda histórica.

Además, recuerdo cuando nos tocó enfrentar el juicio en representación del Colegio Comunal, por la injusta indemnización que se nos otorgó al jubilar. Recuerdo que sentadas en el banquillo frente a los abogados, temblábamos en el juicio, como hojas otoñales al compás de la lectura de los escritos.

Nos apoyábamos ambas para darnos la fuerza que necesitábamos en dicho momento tan crucial.

Coleguita, coleguita decías nos vamos a morir y la deuda histórica, y otros derechos no se harán nunca realidad. Pero… todo aquello quedó atrás, jubilamos, pero en nuestras conversaciones siempre salía de lo más profundo de nuestras almas el deseo de un mejor futuro para el Gremio, que tan mal reconocido ha sido a través del tiempo.

Quiero decir que a pesar de todas estas vicisitudes siempre impregnaste en tus alumnos, junto a la parte intelectual, los valores que todo ser humano debe llevar como estandarte en la vida, y frente a tus colegas en general plasmaste la calidez de tu tierna sonrisa y la amabilidad que siempre te caracterizó.

Zinnia hoy que venimos a despedirte quiero pedir al gran Hacedor, ilumine el camino hacia la mansión celestial, ya que, bien lo mereces, espero que brille para ti la luz eterna.

Amiga, coleguita cierta estoy que siempre te recordaremos con cariño y gratitud”.

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